RECORDAMOS
-Que me da. ¡Con Gaga! -grito.
-¡Mejor!
-¡Katy Perry!
-No, muchísimo mejor para ti.
-¡Ay, no, no , no que me cuesta la
vida! ¡Dime que no!
-¡Sí! -exclama.
-¡Ahhhhh! ¡Un dúo con...
-¡Ahhhhh! ¡Un dúo con...
Título: No deberías, debes.
-¡Ahhhhh! ¡Un dúo con Miley Cyrus!
¡Dime que sí! -me pongo de pie en el sofá.
-¡Sí! -exclama con ilusión. Pero no
más que yo, cuando lo escucho.
-¡Ahhhhhhhhhhhh! -grite con todas las
ganas del mundo, mi madre vino de la cocina corriendo y mi padre de
arriba, también bajo corriendo.- ¡Mamá, papá que voy a cantar con
Miley Cyrus! -grito feliz, empiezo a saltar en el sofá, que le den
al sofá, a mi me importa mi dúo tan soñado, seis años de mi vida
siendo su ídola ha servido de algo.
-¿Sí? -pregunta mi padre feliz.
-¡SÍ! -grito, de un salto me
enganchando en el, se que peso pero me da igual.
-¡Ah, que pesas mucho! -me baja.
-¡Flojo! -río.
(…)
-¡No tengo hambre! -grito desde
arriba.
-Sí, sí tienes, baja a comer o no de
dejo ir luego con Selena. -me amenaza mi madre, para que baje a
comer.
-Sí, si tengo ya voy! -grito y bajo
corriendo, me siento en la mesa, genial. Pasta. La comida es un poco
aburría, ya que Scooter ha salido a comer con no sé quien que tenía
que hablar de trabajo. A saber. Termino de comer y subo con Paula a
mi habitación, a prepararnos.
-¿A qué hora viene? -abre mi armario.
-A las cuatro y media. ¿Qué haces? Mi
ropa es sagrada. -la miro con una ceja alzada.
-Solo la estoy viendo, sagrada. -se
burla.
-Voy a llamar a Aitana. ¿Qué hora es
allí?
-Siete horas más, ¿no?
-No, son más. Bueno será tarde ya, yo
la voy a llamar.
Conversación Aitana
-¡Ala, estoy hablando con una famosa!
-bromea.
-¿Famosa? ¡Llevo tres días! -río.
-Pues aquí estás en todos lados,
dicen que estás con Justin y que te has peleado con Selena, ¿te has
peleado con ella? -dice muy rápido, ¿peleado? ¡Que va!
-¿Peleado? Pues no, si ahora mismo
viene para mi casa. Estará por venir. -miro el reloj de la pared,
las tres y cuarto.
-Pues rumores tía, la gente inventa
mucho. También sales en muchas fotos en la fiesta de Miley Cyrus,
dicen que Selena y Justin tuvieron una gran pelea y tu te fuistes con
Selena pronto a su casa.
-Fue a mi casa. Pero no voy a hablar de
ello porque son cosas de ellos.
-Vale, por cierto: ¡Ibas preciosa!
-exclama.
-¡Gracias! Oye, a ti quien te pregunte
de lo de que si estoy con Justin lo niegas, es mentira.
-Vale, mejor, porque es mío. -ríe.
-Tuyo. -sonrío de verla tan feliz.
-¿Me dejarás hablar por teléfono
algún día con Bieber? -pregunta ilusionada.
-Claro. Aunque te aviso: es muy, muy
bipolar. -río fuerte.
-¿Y eso?
-Puf.. Larga historia, tu eres belieber lo conoces. -río.
-Puf.. Larga historia, tu eres belieber lo conoces. -río.
-Ojala en realidad.
-Nunca digas nunca.¿ no? -carcajeo.
-Bueno, pues si.
-Jo tía, me encantaría contarte cosas
sobre mis canciones que estoy preparando pero no puedo... Cuando
pueda te prometo que cuento todo. Hoy ha sido de los mejores de mi
vida, he cumplido otro sueño.
-¡Vas a cantar con Miley Cyrus!
-exclama. ¿Es adivina?
-¿Qué? -pregunto con la voz seca. Me
ha pillado de imprevisto.
-Había rumores sobre eso, y se que es
de lo que más ilusión te hace en el mundo.
-Bueno... Pues no sé, yo no sé nada,
cuando sepa algo te digo. -digo rápido.
-Que mal sabes mentir. -ríe.
-Pues no me creas...
-Bueno, ¿Qué vas a hacer hoy? ¿Has
estado con Justin?
-Puff... ¿Estar? Se ha metido en mi
cama. -carcajeo.
-¿¡Qué!? -grita.
-Pues eso. ¡Pero no hemos hecho nada
cerda! -grito.
-Tía, Bieber no se toca. ¡Es mío!
-grita.
-Tía, tranquila, no viene con una
tarjeta que ponga: “Propiedad de Aitana”
-Ya...-dice flojo.
-Bueno, este fin de semana voy a
Almería, si puedo te prometo que voy a Madrid.
-¿Sí? ¡Te traes a Justin! -ríe.
-No a Justin no. Selena quizá venga.
-¿Selena? Bueno... -dice bastante
cortante.
-Bueno, ¿qué? ¡Te va a caer genial!
-le animo.
-Seguro. -dice con ironía.
-Bueno, ya está. Me tengo que ir.
-Vale, te quiero mucho, adiós. Saluda
a Paula de mi parte.
-Vale, te quiero mucho más ida y
vuelta. Ahora se lo digo.
-Bye.
-¡Espera! Promete que de todo lo que
te he contado no dirás nada.
-Te lo juro.
-Vale, te creo adiós. -cuelgo.
(…)
-¡Que no quiero el pelo rizado!
-reniego.
-¡Que si tonta que hoy lo tienes muy
bonico! -me toca un tirabuzón.
-Por favor, alisamelo. -un puchero.
-Que no, no seas tonta.
-Pues al menos hazme algo con el
flequillo. -sonrío ampliamente.
-Vale, te hago una trenza de raíz de
lado. -termina cediendo.
-Vale. -Cuando terminamos de peinarnos,
y de pintarnos, aunque no mucho, lo de siempre, rímel, lápiz de
ojos y brillo. De ropa Paula lleva unos pantalones cortos marrones
claros, con unas medias marrones, se va a congelar, y una camiseta
marrón como las medias, y unos botines, marrones también, se los
tengo que quitar antes de que se vaya. Yo, bueno yo llevo unos
pantalones azul marino con una camiseta blanca con rayas del mismo
color que los pantalones, y unos zapatos azules a juego. Entro en mi
habitación cojo un bolso, esta vez más grande que otras veces, cojo
dinero, un billete de cincuenta y uno de veinte, ahora le sacaré más
a mis padres, me echo colonia. Me miro por última vez en el espejo,
justamente en ese momento suena el timbre, y bajamos.
(…)
-Que rancios. -cierro la puerta, Selena
y Paula ríen.
-Ya te lo han dicho, siempre les pides
dinero, al final los arruinas. -carcajea Paula y se sube en la parte
de atrás del coche, yo me subo de copiloto y Selena conduce es su
precioso coche descapotable, aunque ahora lo lleva tapado por el
frío.
-¿Pero a dónde voy yo ahora con cien
euros?
-Oye, que yo llevo lo mismo que tú. No
te quejes que con menos vamos siempre.
-¡Chica, pero esto son Los Angeles!
-exclamo, y estiro los brazos al frente.
-Tranquilas yo os dejo el dinero que
queráis. -sonríe Selena y sube el volumen de la música, suena
“Werk” de Jasmine Villegas.
-De eso nada. Yo solita me basto y me
sobro. -digo de inmediato.
-Bueno, pero ya lo sabéis, lo que
necesitéis, aunque sea un dólar, lo que sea, me lo decís, ¡eh!
-asentimos.
-¡Odio a esa! -exclama Paula desde
atrás del vehículo.
-¿A quién?
-¡A Jasmine Villegas, quitar esa
música!
-¿Te cae mal Jasmine? -le mira por el
retrovisor.
-Eso es poco, la odia. -carcajeo.
-¿Por qué?
-Porque, agg... no sé, pero me cae
fatal, tiene una pinta de...
-Putón, lo sé. -sonríe de lado Sel.
-¿La conoces? -le miro.
-Sí, es la ex de Justin.
-Ya...-quizá no debería de haberle
preguntado, ¡tonta, tonta, tonta! ¡soy tonta!
-¿Y te cae bien? -ala, la otra para
terminar la faena.
-No. -seca.
-¿Por...? -insiste.
-Tuve una gran pelea con Justin, se
mandaban mensajes, bueno, ella a el, luego los manipuló y dijo que
el se los mandaba, termino reconociéndolo y decía que era porque
quería volver con el, ahora cuando se entere de que ya no estamos
hará lo posible y lo imposible por estar con el. Que mal me cae.
-dice de muy mal humor- Es una fresca, que rabia me da, si pudiera
contarte todo lo que me contó Justin que hacía cuando estaban
juntos, pero prometí no decir nada... -silencio- Es más no tenía
que haber dicho esto último.
-Tranquila, puedes confiar en nosotras,
y lo sabes. -sonrío intentando calmarla.
-Ya, pero no puedo contarlo es de
Justin y lo prometí.
-Y nadie te obliga a contarlo,
tranquila. -interviene Paula.
-Bueno... Pues a mi si me gusta como
canta, pero en el vídeo de “Werk” se le ve un poco... Bueno ya
me entendéis.
-Sí. -dicen las dos. Después de un
gran silencio, decido iniciar una nueva conversación, sobre donde
vamos, Selena nos explica que vamos a un gran centro comercial, con
tiendas que por los nombres parecen bastantes caras o otras como
“Bershka, Blanoc, Shana...” bueno hay de todo un poco. Llegamos
entre risas, unos chicos en el último semáforo nos silbaron y nos
gritaron piropos y algo más que simple piropos, nosotras reímos, y
los mande a montar en bicicleta.
(…)
-¡Si no entramos ahí os juro que os
dejo de hablar! -exclamo señalando una tienda de zapatos.
-¡Pues no entramos! -ríen.
-Pues vale, adiós. -digo decidida
antes de entrar en la tienda, ellas carcajean y entran detrás mía,
es una tienda bastante grande, con música de fondo y encargados por
todas partes, al vernos entrar, bueno más bien al ver entrar a
Selena se acercan todos como locos, unos nos enseñan un catálogo,
otro unos zapatos de fiesta, otra nos cuenta la nueva oferta de las
“Supras” Vamos, está aquí Justin y se forra a Supras.
-Muchas gracias, pero solo venimos a
mirar. -dice amablemente Selena, estos captan la indirecta y se
retiran, pero no lo demasiado de seguir atentos por si tienen que
sacar del almacén unos zapatos de alguna talla o color.
-Que pesados... -susurro- ¿Te doy una
foto que dura más? -le digo de muy mala gana a un chico que está
con otro grupo.
-Si me la firmas y pones tu número
mucho mejor. -sonríe pícaro y me mira, más bien parece que me hace
un escáner con la mirada, finalmente me mira a los ojos y me guiña
el ojo.
-¡Sube y pedalea! -le saco el dedo con
disimulo.
-¡Eva! -exclama Selena, me da un
golpe, no fuerte, pero para que no haga eso en público, le miro con
una ceja alzada, ¿enserio?
-Vale, mamá. -termino cediendo ante su
mirada.
-¡Menuda sosa, seguro que está con la
regla! -exclama otro chico riendo, el grupo entero ríe.
-¿Sabes quien es una sosa? Tu...
-exclamo llena de rabia por lo que acaban de decir y reírse de mi.
Pero me llevo otro manotazo por parte de Selena, Paula les mira
desafiantes, Selena intenta estar el más tiempo posible girada sin
que se le vea la cara.
-¿Mi qué? -¿Me está desafiando?
-¿Sabes quién somos? -pregunta Selena
finalmente, esta se gira, los chicos la miran incrédulos, después
me miran a mí, sus caras de asombro se duplican, boquiabiertos nos
miran una y otra vez.- Muy bien, si lo sabéis, pues dejarnos ya en
paz. -se gira, y se acerca a un estante con zapatos de noche.
-Emm... Lo sentimos mucho, no sabíamos
que eras Selena Gómez exclama uno que la sigue.
-Vale, no pasa nada, pero dejadnos.
-¡Esa también es famosa! -exclama el
chico que antes me escaneo con la mirada.
-¿Y tu qué sabes bro? -pregunta otro.
-Esta chica no es famosa. -interviene
otro.
-Sí lo es. -insiste- Mi hermana el
otro día me hizo tragarme un reportaje del Justin ese y ella salía,
vamos, ¡es famosa! -exclama. Esto me está empezando a asustar.
-Vale, pero yo me voy. -cojo del brazo
a Paula y nos vamos a paso ligero hacia Selena.
-Vámonos. -dice Selena, deja unos
zapatos.- Si no estarán toda la tarde siguiéndonos, y no podremos
disfrutar de nuestro shopping. Hay que irse sin que se den cuenta, ni
nos vean. -dice mientras anda hacia la puerta rápido, saluda a los
dependientes que están en la puerta y sale, Paula y yo hacemos lo
mismo.
-Jo... Con lo que me gustaban esos
zapatos. -hago un puchero.
-Eva, tienes que pasar, si no te
meterás en problemas, haz como yo, ¿vale? -¿Me está echando la
bronca?
-Vale, perdona, es que no estoy acostumbrada a esto....
-Vale, perdona, es que no estoy acostumbrada a esto....
-Bueno, vamos a aquella zapatería, que
allí son mejores. -señala una zapatería, dirijo mi mirada hacía
allí y sin decir nada, mis pies empiezan a andar solos hacía allí.
(…)
He comprado de todo, dos pares de
zapatos, que han salido baratísimos esto de ser famosa me gusta y
mucho, tiene sus ventajas aunque sus malas cosas como todo, por
ejemplo, como antes esos chicos. Me he comprado un vestido, ¿cómo
definirlo? PRECIOSO, con mayúsculas incluidas, unos jeans, dos
short, y camisetas no sé ni cuantas llevo, pero lo que si sé es una
que me encanta, Selena y Paula también se la han comprado, son
perfectas, habrá que ponerse de acuerdo para ponérnoslas las tres.
Paula y Selena llevan más o menos lo mismo que yo, ¿la que más
lleva? Pues yo. Me quedan cinco euros. Bueno, y porque Selena se le
metió que el vestido me lo pagaba ella, y allí hemos liado una en
la tienda, que mejor no entrar en detalles, el chantaje termino
haciéndome perder, y terminó pagando Selena, mi vestido, el suyo y
el de Paula. Algo me dice que pronto los estrenaremos.
-¡Os invito a un café! -señalando un
Starbucks que hay dentro del centro comercial.
-¿Cuánto te queda? -pregunta Paula.
-Unos... -hago la cuenta mentalmente
rápido- Cinco euros y dos céntimos.
-Entonces como no invites a un café
para las tres. -ríen.
-No mujer, yo creo que si habrá para
tres Frappuccinos, ¿no?
-Ni idea.
-Bueno, pues pago yo. -dice Paula.
-Pues paga Paula. -sonrío victoriosa,
al final no pago yo.
-Tienes un chorrazo que te lo pisas.
-dice divertida.
-El día que te vayas no sé que será
de mi. -río.
-Te quedan dos días. -Apenada. Mi
mejor amiga se va a alejar de mí, vivir en la otra punta del mundo,
esta puta distancia nos joderá y mucho.
-¡Madre mía! -me echo las manos a la
cabeza dramática- Selena, necesito tu ayuda.
-En lo que quieres.
-Vale. -me relajo- ¿¡Sabes alisarme
el pelo con lo rizado que lo tengo!? ¿¡Y cortarme el flequillo!?
¿¡Y el pelo!? ¿¡Sabes sobre maquillaje y depilación y todo eso!?
¿¡Sabes... -dije eufórica hasta que me tapan la boca riendo.
-Haré lo que pueda, si no para que
quieres a tu propio estilista.
-¿Lo tengo?
-Todavía no, tiempo al tiempo, ya
verás. -me guiña el ojo y entramos, el Starbucks está algo vacío
pero un grupo de chicas que llevan toda la tarde siguiéndonos, creen
que no las hemos visto, pero
bueno decidimos pasar. Pedimos, después
ese grupo de chicas y se sientan dos mesas más para atrás nuestra.
Conversamos sobre cuando vayamos a España, que Selena nunca ha
estado en Andalucía y menos en Almería. Al final el grupito de
chicas se deciden por acercarse.
-¿Eres Selena Gómez? -preguntan
tímidas.
-Sí. -sonríe.
-¡Ay dios mío! -grita una.
-¡Oh my god! -grita otra.
-¡Firmadme un autógrafo! -exclama la
última que quedaba por hablar.
-Claro, ¿dónde os firmo? -saca un
bolígrafo permanente plateado, va preparada para todo. En poco
tiempo yo también iré así, ojalá sea ya pronto, solo me han
reconocido esos chicos y porque a uno de ellos su hermana le obligo a
verme en la televisión y porque salía con Justin, a lo mejor la
gente piensa que yo les robo fama o estoy con ellos por eso, pues
están muy equivocados.
-Espera... ¡Tu eres Eva ____! -exclama
una.
-Sí, soy yo. -digo tímida.
-¿Son ciertos los rumores de que tu
cantarás con Justin Bieber? -preguntan las tres a la vez, reímos y
les contesto que, que yo sepa por ahora no. No vaya a ser que no se
pueda decir nada, así cuando se enteren diré que todavía no lo
sabía. Me amo a mi misma. Pues sí, yo no necesito abuela jajaja.
-Cántanos algo, que nunca te hemos
visto cantar. -dice la que parece más pequeña del grupo.
-¿Ahora? -pregunto asombrada.
-¡Sííí!
-No ahora no, me da vergüenza. -me
ruborizo.
-¡Que no tonta, venga cantemos las
dos! -me da un codazo una.
-¿Las dos? -lo pienso, como esa chica
cante mal me reiré y a lo mejor la traumatizo, y me da vergüenza,
no, no cantaré- Está bien. -¿Qué? ¡Estúpida conciencia, calla!-
¿Cuál cantamos?
-Mmmmm... ¿Te gusta Jessie J?
-Claro.
-Pues “Domino” ¿Te la sabes?
-Sí. -No, no me la sé, me sé el estribillo, antes de que pueda decir nada más ya han puesto música en el móvil y están dispuestas a cantar, ¿me están grabando? Dios, a lo mejor no debería hacer esto... Hay tantas cosas que no sé si debo hacer.- No, quita la música, si no llamará mucho la atención y la gente se acercará como loca al ver que está aquí Selena Gómez.
-Sí. -No, no me la sé, me sé el estribillo, antes de que pueda decir nada más ya han puesto música en el móvil y están dispuestas a cantar, ¿me están grabando? Dios, a lo mejor no debería hacer esto... Hay tantas cosas que no sé si debo hacer.- No, quita la música, si no llamará mucho la atención y la gente se acercará como loca al ver que está aquí Selena Gómez.
-O que estás tú. -replica otra.
-Bueno yo... -sonrío- Pues si. -río-
Venga, a la de tres, pero muy poquito que tenemos prisa. -digo
bastante flojito- Una, dos y tres. -empieza a cantar esa chica, de
pelo rubio liso y flequillo por debajo de las cejas, ahora me toca a
mi, canto con ella, por un momento deja de cantar y me mira con los
ojos como platos- ¿Tan mal canto? -carcajeo.
-¿Bromeas? ¡Aquí morí! -se abre de
brazos, y hace alabanzas de esas, yo río de verla y le pido que
pare- ¡Dios que vozarrón!
(…)
-¡Que vergüenza pasé cuando tuve que
cantar para esas chicas! -apoyo el codo en la ventanilla y miro el
paisaje, es de noche, el sol ya se esconde.
-Ya tienes a tus primeras tres fans.
-ríe, frena en un semáforo y me mira- Como sigas cantando así me
vas a dejar por los suelos. -dice muy seria, le miro preocupada, pero
termina riendo.
-¡Me has asustado!
-Joder, me ha asustado hasta a mi.
-dice Paula desde la parte trasera del coche.
-¿Enserio? -carcajea y arranca.
(…)
-¡Tengo hambre! -me tiro encima de
Scooter en el sofá.
-¡Que me aplastas! -grita Scooter.
-No mi vida, si yo tengo peso de pluma.
-carcajeo.
-Sí, sí, ya. Te tiras el día
comiendo, estás engordando.
-¿De verdad? -pregunto preocupada.
-Sí. -ríe.
-Ah, pues... ¡No hagas cena para mi
mamá!
-¡Ya está lista!
-Pues se la come Scooter. -sonrío
ampliamente y me giro, me mira con una ceja alzada- ¿Qué pasa? -le
miro desafiante y río.- ¿Qué vamos a hacer mañana?
-He pensado que Justin y tú ya vais a
empezar con el dúo -le miro con las cejas alzadas- a grabarlo digo.
-carcajea.
-¡No si mira el otro también lo que
insinúa!
-¡Y tu lo que te imaginas!
-¿Qué te imaginas? -entra mi padre.
-A este con mallas rosas y cantando el
chiki-chiki. -carcajeo, mi padre ríe, supongo que se lo ha
imaginado.
-Es muy graciosa la niña.
<<Vale, yo me imagino a Scooter
con mallas rosas y bailando el chiki-chiki y os juro que me voy a
mear al final, mi cabeza formula cosas muy raras hahaha>>
-Lo sé. -me hago la importante- ¿Pero
no decías que el dúo empezaríamos a grabarlo en no sé cuantos
días?
-Es muy tarde esas fechas, hay que
empezar ya. Los EMA´S son ya pronto y Justin y cantaréis esa
canción, ah, que no te lo había dicho, pues eso, que cantaréis
juntos, son dentro de dos meses.
-¿¡Tan pronto!? No dará tiempo
Scooter.
-Cree me que sí. -mamá nos llama y
vamos todos a la mesa a comer, cuando me siento miro el plato de
comida, verduras y carne, bueno, carne de ternera, ¿os he dicho que
la odio? Pues ya lo sabéis.
-Vale ya he terminado de comer. -retiro
el plato.
-¡Ya estamos! -gruñe mamá.
-¡Mamá sabes que no me gusta!
-¿El qué? ¿Las verduras?
-No, la carne esa.. -la pincho con el
tenedor y pongo cara de asco.
-¡Pues para mi! -antes de que Scooter
pueda pinchar en el plato lo impido con mi cuchillo.
-Ni se te ocurra.
-Pero si no la quieres.
-Te la doy si.... -pienso.
-Peligro. -ríe Paula.
-Si mañana mientras estamos en la
discográfica solo, repito: SOLO corregirás los errores de Justin. -
sonrío ampliamente.
-Pero si no corregimos los tuyos...
-Pues vale, corriges los míos pero lo
harás con suavidad y cariño y a el le gruñirás, le regañarás
y... ¡entrarás y le echarás un vaso de agua con cubitos de hielo
cuando esté cantando la mejor parte! -exclamo llena de ilusión-
Dios que película me he montado. -carcajeo.
-¿Y por qué todo contra Justin?
-pregunta con indirecta Scooter, lo fulmino con la mirada.
-Porque yo soy así y como diga que
quiero una broma para alguien es una broma para alguien. -seguido de
decir esto le echo los filetes en su plato y unas cuantas verduras,
el resto me las como.
-¡Verduras no pedí! -gruñe.
-Me da igual. -digo mientras mastico.
-Marrana.
-Guay. -subo y bajo un par de veces
seguidas las cejas.- Ya sabes lo que tienes que hacer mañana, tengo
ganas de reírme, si Justin dice que es el rey de las bromas, pues
aquí llega la reina. -me echo flores a mi misma y carcajeo.
-Está bien... Eso por llegar tarde y
haberme dejado mal antes... -ríe.
-Parece que estoy viendo ya a Justin
cabreado y echando humo. -comenta Paula.
-Es solo una broma -decimos al unísono
Scooter y yo.
(…)
-¡Ya sabes, por la cabeza, que se
empape! -le advierto con el dedo mientras caminamos por los pasillos
de la discográfica.
-Que ya pesada.
-Como no lo hagas... no sé, pero algo.
-¿Te recuerdo que tu carrera musical
está en mis manos?
-No, ahora mismo solo tienes un vaso
con cubitos de hielo en las manos. -carcajeo- Lo sé, pero tampoco
es para eso... -digo preocupada-
-Entra ya anda. -me señala la puerta
ya que el no puede abrirla con el vaso y por lo pesada que es, la
abro y le dejo pasar primero, después entro yo, Justin ya está
calentando la voz, saludo a Kenny y a los otros dos chicos de las
maquinas esas, que son los mismos de siempre y voy hacia Justin.
-Muy bien. -aplaudo, y pongo cara de
guiri cuando ve algo nuevo, después carcajeo.
-Mira que eres tonta, ¡eh! -ríe.
-Si, esta tonta va a reír más que
nunca. -susurro mientras voy hacia la pequeña mesa que hay con
dulces de todas clases, cojo un boll entero que hay con lacasitos y
me siento en una silla, apoyando en esa misma también los pies,
estilo india, mientras como lacasitos.
-¿Qué?
-No, nada, ¿quieres? -le ofrezco.
-Vale -se encoje de hombros y cuando va
a meter la mano...
-No -aparto el boll me mira extrañado-
que digo, ¿qué si quieres verme comer? -todos ríen fuerte la cara
de Justin es un poema, yo río a más no poder.
-Tampoco quería, era por no hacerte el
feo. -se da la vuelta, miro a Kenny me haces señas para que le tire
un lacasito, y yo no le voy a a hacer el feo a Kenny, cojo tres
lacasitos y apunto a su cabeza, y los tres de golpe vuelan hacia
ella. Rápidamente bajo la mirada y me encuentro con su culo, dios
que culazo tiene, y esos pantalones caídos que lleva que... ¿¡Eva!?-
Ah, muy bonito, muy bonito. -gruñe mientras se gira, pongo cara de
no haber roto nunca un plato mientras los otros ríen.- Ahora verás.
-coge mi boll de lacasitos y se va con el por otra puerta que no se a
donde va, al poco vuelve con el boll vacío, le miro con el ceño
fruncido- Ale, ve y buscalos. -entro en esa habitación, hay
instrumentos y una gran papelera, con duda miro dentro y ahí están
mis amados lacasitos. Salgo echa una furia.
-¡Mi chocolate no se toca! -le
advierto con el dedo.
-¿Debería de tener miedo? -ríe.
-No deberías, debes. -sonrío
falsamente y me giro dándole la espalda me dirijo hacia Scooter que
está descojonándose de vernos, se lleva la colleja del año y ríe
hasta que me presta atención, después le susurro- Muy bien, ahora
no solo vas a echarle el vaso, también lo váis a grabar, así que
ahora cuando entremos se los dices a estos, que este se va a enterar
quien soy yo cuando me quitan mi chocolate. -digo con voz vengativa.-
¡Venga majoso, vamos calentar la voz ahí dentro! -digo enérgica y
cabreada y paso como si no estuviera por su lado y entro dentro de la
cabina, hay dos cascos de estos que tanto odio, morado y rosa,
genial, yo morado, el rosa. Que cuqui va a salir.
-¡No, no, no, no! -entra como las
fieras- ¡Yo el morado!-estira la mano y me hace señas para que se
lo de, lo miro con las cejas alzadas y hago oídos sordos me giro y
cojo los papeles con la canción.
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